La historia puede ser a veces muy injusta con las cosas que depara, y sin embargo, al mismo tiempo muestra un sentido del equilibrio que al final pone a todos en su sitio. Solo hace falta esperar. Ayer el destino quería que Dallas ganara, y de forma inexplicable, todos los factores posibles se pusieron de cara. En 6 minutos de baloncesto estelar y con una de las actuaciones más épicas que se recuerdan en unas finales de la NBA, el equipo tejano se puso el traje de espartano para darle la vuelta a un marcador imposible. Los jugadores y el entrenador se lo creyeron, y allí estaba el destino para reparar el pasado.
Y sabiendo lo que ocurrió, surge la pregunta... ¿Cómo es posible que sucediera esto? Lo primero de todo, Dallas no se rindió en ningún momento, y al verse tan abajo en el marcador, se sacaron la presión de encima y se empezaron a jugar como ellos saben. Al ponerse el balón en movimiento, todos los jugadores se comportaron como autenticas estrellas. Cuando no tenían la posesión, defendían con una increíble intensidad y obligaban a Miami a tirar desde muy lejos. Cuando atacaban, Nowitzki se convertía en la pieza central del sistema, sus compañeros y el cuidado trabajo táctico de Carlisle dieron mucha libertad al jugador franquicia, que se convirtió en el ejecutor del partido.
Y cuando mejor jugó Mavericks, peor lo hicieron los chicos de Heat. La dolorosa derrota sufrida ayer, debe servir para aprender una lección muy importante: los partidos de baloncesto no terminan hasta que acaba el tiempo reglamentario, y hasta entonces todo es posible. Lebron, Wade y compañía se olvidaron de eso, y dejaron al rival reventar un partido que tenían controlado en 7 minutos. El equipo tomo malas decisiones en ataque, primero por el buen trabajo defensivo de Dallas y luego por la ansiedad de querer matar el partido. Con el partido en tablas Nowitzki tomó las responsabilidades en ataque, y no supieron pararle.
El resultado final es de 95 a 93 a favor de Dallas. Con la victoria empata la serie a 1 y tendrá ahora tres partidos seguidos en casa para ganar el campeonato. A nivel psicológico los jugadores salen muy reforzados, han remontado un marcador muy complicado y se han reencontrado con su mejor juego. Miami sin embargo, sale muy tocado de este partido, y seguramente saldrá a por todas en el primer partido que se juegue en Texas.
Aquí os dejo el vídeo resumen del partido:
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