6 de marzo de 2011

No me des tanto amor Love

Un récord en la NBA esta a punto de caer, y eso siempre es noticia. El All-Star Kevin Love esta a un solo partido de empatar la mejor marca de dobles-dobles seguidos en una temporada, desde que se unificaron la NBA y la ABA. En la derrota de ayer frente a los Wizards, Love consiguió hacerlo por cincuentava vez consecutiva, anotando 20 puntos y cogiendo 21 rebotes. Como diría el listo, casi por los pelos. 

Love en un partido con los Timberwolves
Y es que este pequeño gran hombre de 22 años y 2,08 de altura es ya una realidad en la mejor liga del mundo. Su primer año fue algo dubitativo, hizo buenas actuaciones individuales en algunos partidos, pero no dejaba de ser más un jugador de rotación, y solo a final de temporada pudo disputar más minutos y tener más protagonismo por la lesión de Al Jefferson. Termino la temporada con números de buen pívot, 11,1 puntos y 9,1 rebotes de media, y con dos detalles: ser el primer rookie desde Olajuwon en liderar la liga en rebote ofensivo y ser segundo en la de rebote total. Estando en su primer año, ya demostró tener una buena capacidad defensiva y una visión del rebote muy por encima de la del resto de jugadores. 

Su segundo año empezó con una lesión que sufrió en un partido de pretemporada, pero después de perderse los 18 primeros partidos, volvió al equipo demostrando una progresión individual espectacular, mejorando mucho sus capacidades ofensivas y defensivas. En ataque mejoro todos sus porcentajes de tiro, especialmente el del tiro libre y empezó a anotar desde la linea de tres con gran acierto. Mejoro su visión del juego, aumento sus números en el rebote, en la asistencia y en el robo de balón. Termino ese año con un promedio de doble-doble, pero seguía siendo un jugador de banquillo y estaba a la sombra de Al Jefferson. Además, su no buena relación con el entrenador le dificultaba más las cosas, y le mantenía como jugador de rotación a pesar de sus increíbles números.

En su tercer año consiguio la titularidad definitiva que merecía en detrimento de un Al Jefferson traspasado. Y desde el inicio, Love ha decidido seguir creciendo en todas las facetas del juego. Ha mejorado aun más su nivel ofensivo, llegando a ser un incordio para cualquier defensa que intente pararle. Capaz de anotar en el poste bajo, en el rebote ofensivo, desde larga y media distancia, y su buen porcentaje en el tiro libre imposibilita el pararle con faltas. Este año ya fue reserva en el All-Star por méritos propios, y no hace más que batir marcas y hacer números reservados a los grandes pívots de la era pasada.

Entre sus logros personales esta el ser el decimonoveno jugador en hacer una marca superior a 30-30 en puntos y rebotes. Moses Malone fue el anterior en conseguirlo, y lo hizo en 1982, treinta años antes. Ahora Love persigue una marca que no tenga que compartir con nadie, en su próximo doble-doble, el jugador de Minnesota empatara la marca de 51 partidos seguidos de Malone, ¿y después que? Después toca convertirse en leyenda.

Moses Malone nunca se cansaba de coger rebotes
   

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