4 de mayo de 2011

Suerte dispar

La jornada de ayer sirvió para que viésemos por primera vez en esta ronda victorias de equipos favoritos. Que las series estén tan igualadas y que los equipos fuertes estén teniendo tanto problemas, es bueno para el espectáculo, si todo estuviera casi decidido hasta la final, nadie tendría el menor interés en ver lo anterior. Ayer ganaron los que debían ganar, pero eso no significa que lo hicieran sin dificultades.

En el primer enfrentamiento de la noche, Miami buscaba la segunda victoria consecutiva en casa sobre Boston. El partido fue un calco del que ya jugaron hace dos días, tal vez con menos tensión liberada, menos acciones negativas y respetando el fair play. Los dos equipos se mantuvieron cerca en el marcador hasta el último cuarto, en ese momento el equipo local aumentó su agresividad en ataque y defensa, para lograr una renta de dobles dígitos que sería definitiva para ganar el partido. El resultado final: victoria de Miami Heat por 102 a 91. Esta vez James Jones no fue el pistolero del primer encuentro, el sustituto en las labores de anotación fue Bosh, que esta vez tuvo más acierto en ataque, también asistimos a otro partidazo de Lebron y Wade. Por parte de Celtics, me quedo con Rondo y el banquillo, que fueron los únicos que supieron tirar del equipo, el "Big Three" formado por Garnett, Allen y Pierce solo pudo anotar 12 canastas de 34 intentos.

Ayer se repitió de nuevo la polémica que vivimos en el primer partido de la serie. Durante el último cuarto, Boston se quejó de la facilidad que tuvo el trio arbitral de pitar faltas cuando Lebron o Wade entran a canasta. Doc Rivers llego a ver la técnica al pedir explicaciones a uno de los árbitros. Desde mi humilde opinión, a veces se beneficia a los jugadores estrella de la liga, pitándoles muchas faltas cuando penetran a canasta o cuando hay mucho contacto por parte de la defensa. Esto ocurre en todos los equipos de la liga, el problema aquí es que Miami tiene demasiadas estrellas con mucho poder mediatico, y eso se nota en las estadísticas, ya que en los dos partidos combinados han tirado 68 tiros libres por solo 40 de Boston.

En el otro encuentro se enfrentaban Oklahoma y Memphis. En el primer partido, Memphis puso el factor campo a su favor venciendo como visitante en el Ford Center, posicionandose como favorito en la serie y poniendo mucha presión a Durant, Westbrook y compañía. Sin embargo ayer se vivió una historia completamente distinta, y fueron los jugadores de Thunder los que tuvieron más ambición y ganas. Lucharon más, defendieron más y atacaron mucho mejor de como lo habían hecho en la derrota de hace dos días. El pistoletazo de salida lo dio Durantula con dos triples en el primer cuarto, que sirvieron para despertar a sus compañeros y al público en general. Además de él, también tuvieron mucha participación en ataque Westbrook y los reservas Harden y Maynor. Pero la clave del partido estuvo en la defensa de Oklahoma sobre el juego interior de Memphis, Randolph y Gasol no consiguieron repetir la gran actuación del primer partido y fueron superados por Ibaka, Perkins, Collison y las ayudas defensivas del resto del equipo. El resultado final fue un claro 111 a 102 para los locales.

La serie esta empatada 1-1, y ahora los siguientes partidos se jugarán en el FedExForum en Tennessee, donde los Grizzlies harán valer su fuerza defensiva, al amparo y calor de su público.
      

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