17 de marzo de 2011

Bench factor

Supongo que nadie duda de lo importante que es la aportación de un banquillo para un equipo de baloncesto cualquiera. Muchas veces puede llegar a ser incluso más decisivo que el quinteto titular, aportando en importantes fases del partido y superando en los minutos que juega contra el banquillo contrario. ¿No lo creéis así? Yo tengo algunos ejemplos, Celtics en las finales del año pasado contra los Lakers: el cuarto partido que jugaron estuvo muy igualado, los titulares de Boston no encontraban caminos en ataque para superar la defensa angelina y Doc Rivers aprovecho a su banquillo para superar al rival. Ese partido lo ganaron "Big Baby" Davis y Nate Robinson.

Jugadores de banquillo de los Celtics la temporada pasada
Los entrenadores saben perfectamente lo importante que es la aportación de la segunda unidad del equipo, algunos siguen la filosofia de dejar a un gran jugador en reserva para tener potencia ofensiva en el banquillo. El llamado sexto hombre, que debe cumplir con anotación y amenaza atacante cuando descansan los titulares. Y es que los equipos más fuertes del campeonato tienen jugadores en el banquillo que podrían ser titulares en cualquier equipo de la NBA, algunos podrían serlo incluso de su propio equipo. El caso de Jason Terry en Dallas o el de Jamal Crawford en Atlanta, que muchos días acaban con mejores números que el resto de su equipo y jugando el decisivo último cuarto del partido.

La NBA incluso premia este comportamiento, y desde la temporada 82-83 entrega todos los años un trofeo al mejor sexto hombre de la temporada. El año pasado lo gano Jamal Crawford de calle, lo merecía. ¿Quien se lo llevara este año? Aun no sabría decir, pero seguro que se trata de un enorme jugador. Y si no me creéis, mirar los últimos jugadores premiados: Jason Terry, Manu Ginobili, Leandro Barbosa, Mike Miller y un largo etcétera de jugadores con los que todo equipo querría contar.

Jamal Crawford, jugon profesional y sexto hombre de los Hawks
También hay entrenadores que guardan a especialistas en su banquillo, jugadores que dominan facetas del juego que pueden ayudar al equipo cuando no encuentra su juego. Jugadores que tengan capacidad de anotar de forma efectiva en la pintura o desde el perímetro, jugadores con mayor aporte defensivo para emparejarlos con las estrellas del rival. Hay muchos profesionales de este calibre en la NBA que forman parte de las rotaciones normales de un equipo. James Jones de Miami Heats es un magnifico tirador de tres desde la esquina, y suele jugar muchos minutos en partidos con equipos que tienen malas rotaciones defensivas, o que suelen hacer dos contra uno al defender a jugadores peligrosos con la pelota. En esos partidos su aportación ofensiva es tan importante como la del resto del equipo titular. Otro ejemplo puede ser Shane Battier de los Grizzlies, jugador con enormes prestaciones defensivas y buen tiro de tres, ideal para cubrir al escolta rival en momentos importantes del partidos.

Otra táctica muy usada por los entrenadores es la de escalonar las rotaciones del equipo, manteniendo siempre al menos 1 o 2 jugadores del equipo titular en cancha. De esta manera, no se resiente el juego ante la falta de equipos de primera linea. Miami siempre tiene a algún jugador del Big Three en cancha, Lakers siempre juega con una de sus dos torres (Pau y Bynum) en la cancha, en Boston cuando Rondo se toma un descanso siempre hay al menos dos titulares en la cancha. Estos son unos pocos ejemplo de los muchos que se dan en todos los partidos.

Y se nos olvida lo más importante. El banquillo es por encima de todo el descanso del equipo titular. Sin ellos, el equipo no llegaría fresco al último cuarto, donde se suelen decidir un gran porcentaje de partidos de baloncesto, y donde hasta el más mínimo detalle puede decidir el resultado final.
    

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